Actualmente en China existen más de un centenar de sistemas de Qigong. Entre estos encontramos sistemas procedentes de escuela médica, sistemas de origen marcial, estilos estáticos y dinámicos, internos y externos, así como sistemas procedentes de distintas corrientes filosóficas, taoistas, budistas…
Quizás para empezar, la mejor manera de acercarse a esta clasificación es diferenciando los estilos en formas estáticas y dinámicas.
Qigong dinámico es aquel en el que se encadenan secuencias de movimiento, que habitualmente se realizan de pie, aunque hay técnicas que se ejecutan estando sentado en el suelo o en una silla o taburete. La mente del practicante se encuentra en atención plena focalizada en el cuerpo y en la ejecución de los movimientos.
Por el contrario, el qigong estático es mas parecido a lo que conocemos habitualmente como meditación. En postura sentada o de pie se trabaja la energía vital, el qi, en el abdomen para, posteriormente, hacer que esta fluya hacia las extremidades.
Relajación y respiración abdominal son factores clave tanto en las formas estáticas cómo dinámicas.
Dentro del qigong dinámico encontramos las formas más populares y mayormente practicadas, cómo Ba Duan Jin (las ocho joyas), Wu Qin Xi (los cinco animales), Liu Zi Jue (los seis sonidos curativos), o Yi Jin Jing (método del cambio de músculos y tendones).
Dentro del qigong estático encontramos ejercicios cómo Zhan Zhuang (abrazar el árbol), San Ti Shi (los tres poderes) o Maodum (lanza y escudo).